Ya hace bastante tiempo desde que Intel Corporation, el mayor fabricante de circuitos integrados del mundo, busca el modo de traer la atención mediática mediante la innovación en el mundo de la tecnología portátil. Hace un par de días, la compañía anunció la asociación de la misma con la marca de gafas italiana Luxottica, con la que pretenden desarrollar «gafas de alta tecnología de infusión». Luxottica tiene varias de las licencias de las gafas de moda más conocidas de los últimos años. Dentro de las cuales llaman más la atención Burberry, Chanel, Coach, Armani y Ralph Lauren, por nombrar sólo algunos.

Ha sido a través de un comunicado publicado en el periódico New York Times, como se ha conocido la noticia que dice que las dos compañías han llegado a este acuerdo tras un total de dos años de conversaciones. Aseguran que tras sellar el acuerdo, se estimulará la creación de un nuevo equipo de investigación y desarrollo formado por especialistas de Intel y Luxottica.

El consejero delegado de Luxottica, Massimo Vian, ha asegurado que están investigando junto con Intel nuevas posibilidades que se puedan aplicar u ofrecer a otras marcas.

Y es que Intel no para de moverse. Hace tan sólo una semana, el periódico Wall Street Journal informó de que Google ha firmado un contrato con Intel para fabricar la próxima iteración de auriculares de cristal con chips Intel, cambiando el modo en que hasta ahora estaban produciendo los chips, en unidades de vidrio hasta este punto, de Texas Instruments. Otro caso similar fue en el que Intel presentó el brazalete inteligente MICA, dentro del mundo de la moda de lujo especialmente diseñada para mujeres.

En este sentido, cabe señalar el interés de la empresa por proporcionar herramientas de utilidad en productos que hasta ahora carecían de la novedad tecnológica que ahora se presenta en tantos wearables o vestibles. Tal es el caso de la camisa inteligente. En general, Intel está llevando a cabo una obra importante para estar presente en el mercado en casi todas las formas posibles, desde los más lujosos e inaccesibles lugares de la moda, hasta los accesorios destinados a usuarios más genéricos de la tecnología.

Sorprende, por tanto, la poca atención mediática que está recibiendo la empresa norteamericana en comparación con otras que están realizando proyectos similares, invirtiendo e investigando los mismos mercados, por lo que resultará interesante ver cómo, sigilosamente, se enfrenta a otros gigantes del hardware y el software como Google, Apple o Samsung. Cuando por fin llegue y se haga realidad el reloj de Apple, será cuando, seguramente, los consumidores conviertan este tipo de productos vestibles en una nueva necesidad de complementos de diseño y calidad.